En casa estamos pillados con el nuevo proyecto de Geoff Farina, Glorytellers. Pero antes de presentarlo, daré pie poniendo una canción de su anterior banda. Karate tuvo una trayectoria curiosa: a sus conciertos iba el público hardcore, porque era la escena de la que venían -del emocore, más bien-, pero a medida que pasaban los años (una década) su estilo se fue calmando y la guitarra de Farina giró más y más hacia el jazz. Hasta llegar a Pockets (2004), un disco que discurre entre el "fado" del post-rock, la técnica del jazz y esa forma de cantar que tiene Farina, con una voz medio susurrada, medio hablada, pero muy melódica a la vez. Ya sabéis, en el próximo capítulo, Glorytellers.
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